lunes, 27 de abril de 2009

Federica Montseny y Trinidad Jiménez

Una táctica utilizada frecuentemente para desmovilizar la acción política de las clases subalternas es definir la desigualdad social como un problema individual y no como fruto de unas estructuras y unas relaciones sociales injustas. Prácticamente esto ya se ha conseguido en el ámbito de la salud: la enfermedad es un problema de quién la padece y frecuentemente es considerada como una desgracia inevitable. Sin embargo, a poco que se piense observamos que nuestro estado de salud tiene mucho que ver con la posición que ocupamos en el espacio social, y qué decir ya sobre el acceso a los tratamientos.

No es de extrañar que también se intente presentarnos la pobreza y la desigualdad económica como resultado de déficits o carencias individuales, a veces tan extremas que sólo caben "cuidados paliativos". En este sentido, es significativo que el nuevo gobierno de Zapatero incluya entre sus carteras el Ministario de Sanidad y Asuntos Sociales, capitaneado por Trinidad Jiménez.

Esta unión de ambas áreas ya había sido ensayada por el gobierno de la II República durante la guerra civil. Una mujer, nada sospechosa de querer desmovilizar a las clases subalternas, Federica Monstseny, se hizo cargo del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social entre noviembre del 36 y mayo del 37.

Hoy, en la época de los gobiernos paritarios, cabe recordar a la primera mujer que ocupó el cargo de ministra en España, y en gran parte de Europa occidental. Federica Montseny asumió el cargo siendo militante de CNT. Este sindicato anarquista permitió la entrada de Federica Montseny en el gobierno, junto a la de otros tres militantes anarcosindicalistas, a pesar de estar en contra de todo poder y de las democracias representativas, por la situación de guerra contra el fascismo que se vivía en España.

Mucha es la distancia temporal, ideológica y política que separan a Federica Montseny y a Trinidad Jiménez. Mientras Federica Montseny luchaba por la libertad y la dignidad de las clases oprimidas, la nueva titular del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales parece estar más del lado de la conversión de los "asuntos sociales" en "asuntos medicalizables" (menudo palabro), de la pobreza en desgracia individual y de la lucha contra la injusticia en mera caridad.

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